¿Por qué la construcción en Estados Unidos es más eficiente que en Latinoamérica? Descubre algunas de las diferencias en la gestión de proyectos.
La gestión del ciclo de un proyecto de construcción es un aspecto clave para su éxito, y es interesante observar cómo difieren los enfoques entre Estados Unidos y Latinoamérica. En Estados Unidos, la gestión del ciclo del proyecto se lleva a cabo siguiendo una estructura y formalidad establecidas, lo que proporciona un marco sólido para el éxito del proyecto. Por otro lado, en Latinoamérica, se puede observar una mayor flexibilidad y adaptabilidad a las condiciones locales, lo que permite una mayor capacidad para adaptarse a los cambios y desafíos que surgen en el curso del proyecto.
En Estados Unidos, el enfoque en la gestión del proyecto está muy orientado hacia el cliente y hacia la eficiencia en la construcción. Los clientes estadounidenses suelen ser muy exigentes y buscan un alto grado de control en el proceso de construcción, lo que ha llevado a la implementación de prácticas como el diseño y construcción integrados (Design-Build) y la construcción por etapas (Fast-Track). Estas prácticas permiten reducir los tiempos de construcción y mejorar la eficiencia, lo que se traduce en un costo menor para el cliente.
Por otro lado, en Latinoamérica, las prácticas de construcción suelen estar más enfocadas en la relación entre el cliente y la constructora. A menudo, se establece una relación más personal y cercana entre ambas partes, lo que puede llevar a una gestión menos formalizada del proyecto. Además, en algunos países latinoamericanos, como México o Chile, el uso de contratos de precio alzado es común debido a la necesidad de proteger a los clientes de posibles aumentos de costos imprevistos. Este enfoque puede llevar a un mayor control por parte del cliente, pero también puede resultar en un proceso de construcción más lento y menos eficiente.
A continuación revisaremos algunas de las principales diferencias en la gestión de proyectos de construcción e intentaremos comprender por qué son más eficientes en Estados Unidos (Tabla N°1):
Tabla N°1 (Project Management Institute. (2017). Pulse of the Profession)
Tipo de contrato:
En Estados Unidos, el tipo de contrato más común es el “costo más un porcentaje”, también conocido como “contrato de costo más honorarios”. En este tipo de contrato, se establece un costo estimado para el proyecto y se agrega un porcentaje como honorarios para la constructora. Este tipo de contrato puede ser ventajoso para el cliente, ya que si el proyecto se realiza por debajo del presupuesto, el ahorro se comparte entre ambas partes. En Latinoamérica, el contrato más común es el “precio alzado”, en el que se establece un costo fijo para el proyecto. Esto puede dar mayor certidumbre al cliente, pero también puede aumentar el riesgo para la constructora si surgen imprevistos durante la construcción. En algunos casos, los contratos en Latinoamérica pueden incluir una “cláusula de ajuste de precios” para cubrir costos adicionales no previstos.
Planificación y presupuesto:
En Estados Unidos, la planificación y estimación de costos son procesos muy detallados y formales que se realizan antes de comenzar la construcción. Se utilizan herramientas de software especializadas para modelar el proyecto y hacer simulaciones que permitan optimizar los costos y la duración del proyecto. En Latinoamérica, es común que la planificación y estimación de costos se realice en paralelo a la construcción, lo que permite una mayor flexibilidad y adaptabilidad a los cambios y condiciones locales. En algunos casos, como en México, se establece un costo final desde el inicio del proyecto y se trabaja en base a ese presupuesto, aunque también puede haber casos en los que se realice una planificación detallada y estimación de costos previa al inicio del proyecto.
Gestión de cambios:
En Estados Unidos, la gestión de cambios es un proceso formalizado y documentado que implica la aprobación previa de cualquier cambio al proyecto y un impacto en el costo y el calendario del proyecto. Esto se hace para asegurar que cualquier cambio no afecte la calidad o la seguridad del proyecto, y para evitar costos adicionales innecesarios. En Latinoamérica, la gestión de cambios puede ser más flexible y se pueden realizar ajustes durante la construcción sin la necesidad de aprobaciones formales previas. Sin embargo, esto puede aumentar el riesgo de cambios no controlados y aumentar el costo final del proyecto.
Regulaciones y normativas:
En Estados Unidos, las regulaciones y normativas son muy estrictas y formales, lo que puede aumentar el costo y el tiempo de construcción, pero también garantiza la calidad y la seguridad del proyecto. Las regulaciones abarcan temas como el permiso de construcción, la zonificación, la construcción sismorresistente, el control de calidad, la seguridad laboral y ambiental, entre otros. En Latinoamérica, las regulaciones y normativas pueden ser menos estrictas y variar significativamente entre países y regiones, lo que puede dar mayor flexibilidad y reducir el costo y el tiempo de construcción, pero también puede aumentar el riesgo para la calidad y la seguridad del proyecto.
Tecnología y automatización:
La tecnología y la automatización son herramientas cada vez más utilizadas en la industria de la construcción en todo el mundo, pero su adopción y uso pueden variar significativamente entre regiones y países. En Estados Unidos, la tecnología y la automatización se utilizan ampliamente para mejorar la eficiencia y reducir los costos. Por ejemplo, el uso de drones para el levantamiento topográfico, la realidad aumentada para la planificación y la visualización de proyectos, y la tecnología BIM (Building Information Modeling) para la gestión y coordinación de la construcción son solo algunos ejemplos de cómo la tecnología y la automatización se han incorporado en la construcción en Estados Unidos.
Por otro lado, en Latinoamérica, la tecnología y la automatización pueden no estar tan desarrolladas y utilizadas en la construcción. Esto puede deberse a una serie de factores, como la falta de inversión en tecnología, la falta de conocimiento y capacitación en su uso, o la falta de una cultura de innovación en la industria de la construcción. Como resultado, el uso de herramientas tecnológicas y de automatización en la construcción en Latinoamérica puede ser limitado.
La gestión del proyecto de construcción varía significativamente entre Estados Unidos y Latinoamérica. En Estados Unidos, el enfoque se centra en satisfacer las demandas del cliente y en la eficiencia del proceso de construcción, lo que ha llevado a la implementación de prácticas innovadoras para reducir los tiempos de construcción y mejorar la eficiencia en costos. En Latinoamérica, la relación entre el cliente y la constructora es más personal y cercana, lo que puede resultar en una gestión menos formalizada del proyecto. Además, el uso común de contratos de precio alzado en algunos países latinoamericanos puede brindar mayor control al cliente, pero también puede resultar en un proceso de construcción más lento y menos eficiente. Cada enfoque tiene sus ventajas y desventajas, y debe ser evaluado en función de las necesidades y prioridades de cada proyecto específico.
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¿Por qué la construcción en Estados Unidos es más eficiente que en Latinoamérica? Descubre algunas de las diferencias en la gestión de proyectos.
La gestión del ciclo de un proyecto de construcción es un aspecto clave para su éxito, y es interesante observar cómo difieren los enfoques entre Estados Unidos y Latinoamérica. En Estados Unidos, la gestión del ciclo del proyecto se lleva a cabo siguiendo una estructura y formalidad establecidas, lo que proporciona un marco sólido para el éxito del proyecto. Por otro lado, en Latinoamérica, se puede observar una mayor flexibilidad y adaptabilidad a las condiciones locales, lo que permite una mayor capacidad para adaptarse a los cambios y desafíos que surgen en el curso del proyecto.
En Estados Unidos, el enfoque en la gestión del proyecto está muy orientado hacia el cliente y hacia la eficiencia en la construcción. Los clientes estadounidenses suelen ser muy exigentes y buscan un alto grado de control en el proceso de construcción, lo que ha llevado a la implementación de prácticas como el diseño y construcción integrados (Design-Build) y la construcción por etapas (Fast-Track). Estas prácticas permiten reducir los tiempos de construcción y mejorar la eficiencia, lo que se traduce en un costo menor para el cliente.
Por otro lado, en Latinoamérica, las prácticas de construcción suelen estar más enfocadas en la relación entre el cliente y la constructora. A menudo, se establece una relación más personal y cercana entre ambas partes, lo que puede llevar a una gestión menos formalizada del proyecto. Además, en algunos países latinoamericanos, como México o Chile, el uso de contratos de precio alzado es común debido a la necesidad de proteger a los clientes de posibles aumentos de costos imprevistos. Este enfoque puede llevar a un mayor control por parte del cliente, pero también puede resultar en un proceso de construcción más lento y menos eficiente.
A continuación revisaremos algunas de las principales diferencias en la gestión de proyectos de construcción e intentaremos comprender por qué son más eficientes en Estados Unidos (Tabla N°1):
Tabla N°1 (Project Management Institute. (2017). Pulse of the Profession)
Tipo de contrato:
En Estados Unidos, el tipo de contrato más común es el “costo más un porcentaje”, también conocido como “contrato de costo más honorarios”. En este tipo de contrato, se establece un costo estimado para el proyecto y se agrega un porcentaje como honorarios para la constructora. Este tipo de contrato puede ser ventajoso para el cliente, ya que si el proyecto se realiza por debajo del presupuesto, el ahorro se comparte entre ambas partes. En Latinoamérica, el contrato más común es el “precio alzado”, en el que se establece un costo fijo para el proyecto. Esto puede dar mayor certidumbre al cliente, pero también puede aumentar el riesgo para la constructora si surgen imprevistos durante la construcción. En algunos casos, los contratos en Latinoamérica pueden incluir una “cláusula de ajuste de precios” para cubrir costos adicionales no previstos.
Planificación y presupuesto:
En Estados Unidos, la planificación y estimación de costos son procesos muy detallados y formales que se realizan antes de comenzar la construcción. Se utilizan herramientas de software especializadas para modelar el proyecto y hacer simulaciones que permitan optimizar los costos y la duración del proyecto. En Latinoamérica, es común que la planificación y estimación de costos se realice en paralelo a la construcción, lo que permite una mayor flexibilidad y adaptabilidad a los cambios y condiciones locales. En algunos casos, como en México, se establece un costo final desde el inicio del proyecto y se trabaja en base a ese presupuesto, aunque también puede haber casos en los que se realice una planificación detallada y estimación de costos previa al inicio del proyecto.
Gestión de cambios:
En Estados Unidos, la gestión de cambios es un proceso formalizado y documentado que implica la aprobación previa de cualquier cambio al proyecto y un impacto en el costo y el calendario del proyecto. Esto se hace para asegurar que cualquier cambio no afecte la calidad o la seguridad del proyecto, y para evitar costos adicionales innecesarios. En Latinoamérica, la gestión de cambios puede ser más flexible y se pueden realizar ajustes durante la construcción sin la necesidad de aprobaciones formales previas. Sin embargo, esto puede aumentar el riesgo de cambios no controlados y aumentar el costo final del proyecto.
Regulaciones y normativas:
En Estados Unidos, las regulaciones y normativas son muy estrictas y formales, lo que puede aumentar el costo y el tiempo de construcción, pero también garantiza la calidad y la seguridad del proyecto. Las regulaciones abarcan temas como el permiso de construcción, la zonificación, la construcción sismorresistente, el control de calidad, la seguridad laboral y ambiental, entre otros. En Latinoamérica, las regulaciones y normativas pueden ser menos estrictas y variar significativamente entre países y regiones, lo que puede dar mayor flexibilidad y reducir el costo y el tiempo de construcción, pero también puede aumentar el riesgo para la calidad y la seguridad del proyecto.
Tecnología y automatización:
La tecnología y la automatización son herramientas cada vez más utilizadas en la industria de la construcción en todo el mundo, pero su adopción y uso pueden variar significativamente entre regiones y países. En Estados Unidos, la tecnología y la automatización se utilizan ampliamente para mejorar la eficiencia y reducir los costos. Por ejemplo, el uso de drones para el levantamiento topográfico, la realidad aumentada para la planificación y la visualización de proyectos, y la tecnología BIM (Building Information Modeling) para la gestión y coordinación de la construcción son solo algunos ejemplos de cómo la tecnología y la automatización se han incorporado en la construcción en Estados Unidos.
Por otro lado, en Latinoamérica, la tecnología y la automatización pueden no estar tan desarrolladas y utilizadas en la construcción. Esto puede deberse a una serie de factores, como la falta de inversión en tecnología, la falta de conocimiento y capacitación en su uso, o la falta de una cultura de innovación en la industria de la construcción. Como resultado, el uso de herramientas tecnológicas y de automatización en la construcción en Latinoamérica puede ser limitado.
La gestión del proyecto de construcción varía significativamente entre Estados Unidos y Latinoamérica. En Estados Unidos, el enfoque se centra en satisfacer las demandas del cliente y en la eficiencia del proceso de construcción, lo que ha llevado a la implementación de prácticas innovadoras para reducir los tiempos de construcción y mejorar la eficiencia en costos. En Latinoamérica, la relación entre el cliente y la constructora es más personal y cercana, lo que puede resultar en una gestión menos formalizada del proyecto. Además, el uso común de contratos de precio alzado en algunos países latinoamericanos puede brindar mayor control al cliente, pero también puede resultar en un proceso de construcción más lento y menos eficiente. Cada enfoque tiene sus ventajas y desventajas, y debe ser evaluado en función de las necesidades y prioridades de cada proyecto específico.
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